Aún no se han acallado los ecos de todo lo que se dijo y escribió sobre el 12 de octubre. Mucho se discutió, atacó y defendió esa fecha. Eso de por sí destaca su relevancia, pues de lo que no es importante, nadie se ocupa.

  Convencidos de la trascendencia de este único e irrepetible V Centenario que nos tocó vivir, los integrantes del Instituto de Cultura Hispánica quisimos también ser protagonistas, deseamos hacer nuestro aporte y ofrecer un espacio para ese debate. Así nació este libro que hoy les ofrecemos. No cometeremos acá el error de hacer esta presentación tan extensa que semeje que reescribimos el libro. Basta decir que lo abre nuestro presidente, el prof. Jorge Alberto Hernández, en un prólogo medular, en el que campea la línea del equilibrio, el profesor Mario Daniel Andino titula su trabajo "Los comienzos de la conquista y la discusión sobre su legitimidad" y en el capítulo "En torno del V Centenario...", el profesor Carlos Eduardo Pauli, da las respuestas necesarias para aventar muchos errores.

  Tal vez lo que sea oportuno señalar aquí, haciendo propicio este momento, es el verdadero sentido de la hispanidad, sentimiento que nos ha reunido a todos hoy. Hispanismo no es sinónimo de españolismo.

  Dice el filósofo Verstraete que el estudio de lo hispánico es el "ahínco de la reflexión sobre nuestro origen, origen que hace a nuestra mismidad."

  Al hispanismo lo vemos como un valor; valor emergente de una trilogía de valores que nuestro mundo occidental heredó, de los griegos el valor "kalos", de la "virtus" de los latinos, de la "veritas" del medieval. Tal fue para el espíritu hispánico la concordancia y armonía de estos principios.

  La conjugación del kalos, de la virtus y de la veritas amalgamaron el alma clásica y el espíritu medieval para engendrar lo hispánico, que repito, lo hispánico como valor, "como un modo de ser, una intimidad que fue belleza en el caballero, virtud en el poeta y verdad  en el místico", para citar una vez más al Dr. Verstraete.

  Esa hispanidad, ese hispanismo es el que rescatamos, valoramos y reivindicamos.

  Habla Jorge Hernández en el prólogo del libro que nos ocupa de "las influencias de países que a través de quinientos años no se resignan a admitir el hecho de que haya sido España la potencia que llegó  y se quedó..."

  Por ello es procedente recordar algo que la Leyenda Negra procura ignorar, 1ro.; Que fue España, país potencia como ninguno en ese momento sobre la faz de la tierra, la única que históricamente  haya sido capaz de (cito a Mario Andino) "debatir y cuestionarse sobre las propias empresas de conquista: en el caso de España, la opinión  enfrentó a teólogos, juristas y misioneros, soldados y gobernantes" (Fin de la cita).

  2do; Que fue un Español, el catedrático  Francisco de Victoria el primer antecedente, el fundador del Derecho Internacional Moderno, que en el siglo XVI sentó las bases del mismo.

  3ro. Los reyes más poderosos de la tierra, Isabel y Fernando, Carlos V, después, son los primeros (y únicos) en cuestionarse la eticidad, la moralidad de la esclavitud, resolviendo que al indio no se lo debe esclavizar, sino evangelizar. Sentido único e inédito de una conquista, único e inédito y hasta hoy no repetido.

  4to; En el balance final de las arcas españolas, fue más lo que España invirtió en estas tierras que lo que de ellas recibió.

  5to; Ese sentido dignificador del individuo como persona se vio reflejado en el envío inmediato de sacerdotes católicos, pero además de evangelizar,  España a sólo 46 años de la llegada de Colón había fundado  la primera universidad en América, con los mismos privilegios de las universidades de Alcalá, Salamanca y demás hispánicas, como reza el documento de la creación.

  6to; Colón, más que describir otras tierras, hizo redondo al mundo. "América revela por primera vez la ecúmene en su dimensión objetiva y da inicio a la historia universal, siendo la epifanía de la humanitas verdaderamente total", cito sobre citas del estudio de Pauli.

  7mo; España nos enseñó el camino de la democracia y el federalismo. Transplantó aquí la institución del Cabildo, primer antecedente y germen de la democracia en América.

  8vo; Y si por si fuera poco el legado de lo que he venido citando, baste recordar que la fusión de sangre pasó por la iglesia la mayoría de las veces. Españoles casaron con indias. Y en Hispanoamérica nació el mestizo, no como en conquistas de otros países llevadas a cabo por otros pueblos, en donde sólo quedaron bastardos. Y cito un artículo de Dña. Raquel Diez Rodríguez de Albornoz,  "En la América hispana no ocurrió como en la América sajona. Acá la sangre española se fusionó con la sangre indígena. Los mancebos de la tierra que acompañaron a Garay en la fundación de Santa Fe y en la de Buenos Aires, eran la mezcla de dos razas. Los blancos españoles los reconocieron como sus hijos, los asimilaron a sus familias."

  Y 9no; Como si toda esa herencia de valores, fe y sangre hubiere sido poco, también nos dio la palabra. La palabra es la prueba del hombre, dice la Biblia en Eclesiásticos, entre los elementos que constituyen la "nacionalidad y que contribuyen más poderosamente a dar idea de patria, está el idioma."

  Y él también nos entronca a esa hispanidad con que iniciamos esta presentación y para cerrarla, que mejor recordar que

  Dicen por decir, amigo

que nos separa la mar

pero yo: - otro mar, les digo

de Dios nos viene a juntar

y a ofrecernos un abrigo

y al espíritu un hogar;

el romance castellano

con sus olas y su sal

y sus abismos océano

de hecho, sobrenatural.

Miguel de Unamuno. 

Muchas gracias